El viernes no pude escribirte porque me fui con unos amigos a la pradera de San Isidro a celebrar la fiesta de Madrid. Me lo pase muy bien montando en los cacharritos de la feria, comiendo algodón de azúcar y bailando chotis. A la hora de comer se acercó a nosotros un residuo que andaba pidiendo los huesos de las aceitunas, intrigado le pregunté, y me contó que estos huesos ayudan a descontaminar las aguas residuales. Él era un voluntario y su labor era divulgar información y recoger estos insignificantes huesos. Ayer estuve buscando información y encontré esta noticia sobre este tema:
http://www.elmundo.es/elmundo/2006/12/26/ciencia/1167137616.html
Bajo mi punto de vista creo es una solución innovadora y eficaz por eso voy a intentar colaborar con la causa.
Resi*
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